Chacal (20) sabe de responsabilidades, le tocó reemplazar a GM15 Cobra en aquella etapa de renunciamiento al equipo allá por el año 1994. Y vaya que si lo hizo bien.
Con un fútbol no tan vertical como el legendario Cobra, pero con mucha clase y elegancia en sus pases y su pegada, Chacal fue encontrando un lugar importante no solo en el equipo sino en el corazón del hincha gracias a su juego y personalidad.
Es un clásico volante ofensivo que suele jugar de enganche, de los viejos números 10, tiene gambeta y oportunismo. De intervenciones intermitentes pero decisivas.
Es esa clase de jugador que se asemeja a las piernas prodigiosas de Rud Gullit, Nestor «Pipo» Gorosito, George Hagi o el pibe Valderrama.